Melissa Lobos, líder vocal de la agrupación disidente Cachitas Now!, actúa en el bar Ciudad de Gatos en La Plata, Argentina, el 28 de julio de 2024.
Karla Gachet
Este reportaje forma parte de la serie especial Cumbia across Latin America, un proyecto visual que documenta durante varios años la esencia de la cumbia en seis países, explorando las personas, lugares y tradiciones que mantienen vivo este género musical.
Luciano Rombolá, conductor del programa radial y digital Cumbia de la Pura, describe la cumbia argentina como “la música tropical del confín del mundo”. Para comprender la evolución de este fenómeno musical, es indispensable considerar el papel de la migración. En la década de 1950, la Universidad de Buenos Aires abrió sus puertas a estudiantes extranjeros que podían acceder a la educación gratuita, atrayendo a numerosos músicos. Entre ellos, el costarricense Mario Castellón, quien junto a dos colombianos, un peruano y un chileno, formó una banda para amenizar una boda, dando origen a Los Wawancó, una de las formaciones más emblemáticas y pioneras de la cumbia en Argentina.

Fiesta callejera antes de un encuentro futbolístico en el estadio La Bombonerita, barrio de La Boca, Buenos Aires, el 4 de agosto de 2024.
Karla Gachet
Con el paso del tiempo, la cumbia argentina ha incorporado diversas influencias musicales, tales como la chicha y el huayno tropical provenientes de Bolivia, la cachaca paraguaya, las cumbias chicheras, chacaloneras y norteñas del Perú, además de la cumbia colombiana, que ha sido fundamental en su desarrollo.

La agrupación Bandy2 se presenta en La Peña de Mario Ibarra, barrio de La Boca, Buenos Aires, el 28 de julio de 2024, en un espacio repleto de seguidores de la cumbia norteña.
Karla Gachet
Durante la dictadura militar argentina (1976-1983), numerosas personas migraron hacia la capital en busca de mejores condiciones de vida. Así se fue conformando el conurbano bonaerense, una zona periférica entre la Ciudad de Buenos Aires y el interior del país, donde migrantes de diversas regiones y países encontraron viviendas accesibles. Con la restauración democrática en los años 80, surgieron boliches bailables que ofrecieron a estas comunidades y sus bandas un espacio propio para expresarse. Estos locales, conocidos como bailantas, inicialmente tenían una connotación despectiva, ya que estaban asociados a sectores populares y marginados. Sin embargo, las comunidades cumbieras han resignificado este término, apropiándose de él con orgullo. La cumbia, en ocasiones llamada música de “negros”, ha sido históricamente el ritmo preferido por las clases trabajadoras y migrantes.

Imagen de Isla Maciel, en Dock Sud, Buenos Aires, el 3 de agosto de 2024. Aquí se presentaron por primera vez grupos de cumbia santafesina fuera de su provincia, impulsando la fusión de cumbia tradicional con acordeón y guitarra.
Karla Gachet
La transformación demográfica de Argentina ha influido directamente en la evolución de su cumbia, que hoy refleja la pluralidad de voces y vivencias que conforman el país. Mientras Adrián Chauque y los Dados Negros animan las celebraciones de comunidades bolivianas y migrantes del norte argentino en bailantas del conurbano, Rocío Quiroz interpreta su cumbia villera en el programa Pasión de Sábado, y Cachitas Now!, una banda disidente, se dirige a un público universitario y queer en La Plata. Adrián mantiene viva la cumbia clásica, con temas de amor y desamor; Rocío también, pero con un lenguaje más urbano y callejero. Por su parte, Cachitas Now! ha decidido romper con las letras misóginas que predominan en muchas canciones del género, imprimiendo su propia identidad. Melissa Lobos, vocalista de Cachitas Now!, afirma: “¡La cumbia es de todes! No podemos ignorar el contexto actual. No se trata de definir la cumbia de manera rígida. Para mí, la buena cumbia es la que me hace bailar o la que tiene un estribillo que quiero cantar a todo pulmón”.

Zoe Ailín Banari, Sol Aguirre y Tiara Florencia Banari, admiradoras de Rocío Quiroz, posan frente al estudio donde se graba el programa televisivo Pasión de Sábado en Buenos Aires, el 27 de julio de 2024. Quiroz es una invitada frecuente del espacio.
Karla Gachet
Un consenso casi unánime entre argentinos de todas las clases sociales y culturales es el reconocimiento a Gilda. Originalmente maestra jardinera, Gilda decidió incursionar en la música a pesar de no encajar en los estándares físicos de otras artistas de su época. Su voz, sus composiciones y las historias que sus seguidores relatan la convirtieron en un ícono popular, atribuyéndole incluso milagros durante su vida. En los años 90, ya abordaba temas como la perspectiva de género y la importancia de perseguir los sueños. Al igual que muchos músicos de cumbia que han fallecido en accidentes de tránsito debido a la intensa agenda de presentaciones, Gilda murió en un siniestro vial y se transformó en la santa de la bailanta. Su figura simboliza la libertad, y sus canciones continúan resonando en todo el continente.

Gilda, representada en la camiseta de un fan, se ha convertido en una santa pagana para sus seguidores y un símbolo de la cumbia argentina.
Karla Gachet
Este reportaje fue posible gracias al apoyo del programa Explorers de National Geographic Society.
Karla Gachet es una fotoperiodista radicada en Los Ángeles, California. Puedes explorar más de su trabajo en su sitio web karlagachet.com o en Instagram en @kchete77.